OXI!: Grecia cuatro años después.

Hace ya casi cuatro años nos encontramos en una situación en la UE con algunos elementos similares a la que tenemos hoy. Para empezar, un amago de referendum convocado por Papandreu, que fue leído por Europa como un primer y sorpresivo síntoma de que a la población griega podía no estar dispuesta a tragar con el there is no alternative de la austeridad europea. También teníamos entonces una amenaza de corte de la provisión del Banco Central Europeo a los bancos con fines disciplinarios. Lo que no teníamos entonces es un gobierno griego con un mandato claro de luchar contra la austeridad, es decir, de hacer política democrática en la escala europea.

Sigue leyendo

El futuro ya no es lo que era: un viaje a LA

El viaje a Estados Unidos ha sido una especie de subgénero literario europeo desde el siglo XVIII. Normalmente la experiencia se ha podido resumir como «he visto el futuro». Futuro utópico o distópico dependiendo del momento histórico y de la mirada del europeo en cuestión. Es la segunda vez que visito USA en dos años, en esta ocasión Los Angeles, antes fue Nueva York, y yo diría que el resumen hoy sería más bien «de la que nos podemos librar». La gran diferencia entre aquí y allí es de orden político. Por escépticos que seamos, en España, incluso en Europa, existen unas posibilidades de cambio impensables a este lado norte del charco. Sigue leyendo

Ricky Martin meets los Ultra Sur en la Asamblea de Madrid: una presentación de candidatura

«Un, dos, tres, un pasito p’alante, María»
Ricky Martin

Sí, amigas, me presento como candidato a las primarias para la Comunidad de Madrid en la lista oficial de Podemos «Madrid por el cambio». Esto exige explicaciones, está claro. Así que, como decía Pepe Isbert en Bienvenido, Mr. Marshall, «os la voy a dar».

Por supuesto, aquí no se trata de representar a nadie. El ínclito José María García decía de los Ultra Sur que «no se representan ni a sí mismos». Es mi caso. Más bien me llama la idea de ir tomando posiciones institucionales que sean capaces de producir una reveberveración de las luchas sociales en el interior de la institución y, a la vez, dependiendo de la posición poselectoral que se ocupe, se bloquean las líneas políticas de la austeridad o, caso de victoria electoral y de toma de responsabilidades políticas, se lanzan otras líneas políticas que favorezcan una construcción democrática y desde abajo de las nuevas clases que están emergiendo, en esas mismas luchas, de la descomposición de la clase media y sus deseables alianzas con otros sectores sociales subalternos. Por no alargarme mucho, que os tengo que pedir el voto. Le llamaremos el precariado, siguiendo a Guy Standing.

Sigue leyendo

– ¿A quién ponemos? – No sé, a alguien que hable bien.

Acabo de ver la rueda de prensa de aceptación de Gabilondo. Francamente, parece como si le hubieran trasladado desde algún lugar remoto a un contexto político que no es el suyo y, de alguna manera, da la medida de la desorientación y del naufragio del PSOE. Entiendo que la pinta de vendedor de coches de segunda mano «en perfecto estado» de Tomás Gomez no gustase al politburó sociata pero, desde luego, tampoco este tío –que da la sensación de que te han mandado a ver al jefe de estudios del instituto– parece que vaya a ser el tipo de figura «carismática» que busca Ferraz. Parece que el análisis que ha hecho el PSOE es algo así como: si los de Podemos son profesores vamos a ponerles un cátedro encima para que se cuadren. Reproduzcamos a escala de la política general las micropolíticas roñosas de un departamento universitario.
Sigue leyendo

Notas sobre el documento económico de Vicenç Navarro y Juan Torres López

He leído el documento económico de Navarro y Torres López para Podemos. Hay partes con las que estoy de acuerdo, sobre todo con los muchos elementos normativos generales que contiene (una economía al servicio de la mayoría social, una economía sostenible, etc.) y con algunos puntos concretos: creo que la cuestión Europa/euro está bien enfocada y la cuestión del impago/reestructuración de la deuda, aunque está algo rebajada y la auditoría ciudadana no tiene un lugar central, está lo suficientemente viva en el documento como para ser realmente una base para la discusión. Por supuesto, hay que recordar que si no se gana la batalla de la deuda, que es una batalla europea, no habrá ni keynesianismo, ni Renta Básica, ni tercera vía. Sólo habrá austeridad. Sigue leyendo

Lucrecia

El asesinato de la dominicana Lucrecia Perez del que se cumplen 22 años me tocó bastante de cerca. Más de cerca aún me toco vivir el asesinato pocos años después de Fernando Bertolá, de diecieseis años, uno de los mejores amigos de mi hermana, al que mataron unos nazis en Majadahonda sin mediar palabra. Los que vivisteís los primeros noventa en Madrid sabeís que esto no era nada extraño. Todos los fines de semana había agresiones, apuñalamientos y asesinatos por parte de grupúsculos nazis, más o menos organizados. Sigue leyendo

Don Amando, locamente

Si hubiera una zarzuela que se llamase «La intelectualidá española», Amando de Miguel tendría que tener uno de los papeles centrales. Toda esta entrevista está a medio camino entre la bufonada, la chifladura y el horror. El horror no tanto por la supuesta «menesterosidad» de Don Amando, que no tiene para pagar al segurata y al que «se le viene encima» un casoplón más grande que el de los Franco en Torrelodones, en el que cabrían un buen porcentaje de los deshuciados de la Comunidad de Madrid, sino por la tranquilidad con la que admite que él, antes con su sueldazo y ahora con su pensionaza de cátedro en Sociología, no entendió lo que era una burbuja inmobiliaria. Es decir, que no entendió una palabra de lo que fue el fenómeno social central en España desde mediados de los años ochenta. Que él, supuesto dueño de las claves de la «sociedad española» diga que se ha endeudado «por encima de sus posibilidades», «cómo le ha pasado como a tantos españoles» es cómo si un médico dijera que se ha cogido el tífus por dormir en un establo, «como le ha pasado a tanta gente a lo largo de la historia de la humanidad». El titular debería ser «Soy el peor sociólogo de España y mis libros no valen ni para calzar mesas». Usar palabras como «menesteroso» está muy bien pero no sé si justifica el dineral público que se ha gastado en este hombre. Sigue leyendo

Algunas impresiones sobre Escocia

1) El Reino Unido vivió una guerra durante los años setenta. Una guerra, continuación de la oleada revolucionaria global de 1968, a la que se ha dado poca importancia en comparación con otros episodios como el 77 italiano, pero en la que estaba en juego, nada menos, que el caracter capitalista del modelo de organización social británica. Las fuerzas del trabajo manufacturero organizado lanzaron un órdago que buscaba superar los límites de uno de los estados de bienestar más desarrollados de Europa. El desenlace lo conocemos: Thatcher ganó una batalla que, antes de nada, se jugó en el frente político cultural. Para ganarla necesitó no sólo ganar a la clase obrera organizada si no también ganar a sus propios capitalistas industriales y someterlos a ellos, y a todo el territorio, al dominio de las finanzas. En términos territoriales esto quiere decir, a subordinar a todo el país a una porción extraña y desterritorializada de la ciudad de Londres, la City, que llevaba desde el siglo XVII organizando el capitalismo mundial y desde mediados de los sesenta minando las regulaciones del sistema internacional de estados-nación. Sigue leyendo

¿Balanza? La que tienen los ricos en la panza

Ayer se publicaron las balanzas fiscales de las relaciones que miden las relaciones monetarias entre Comunidades Autónomas. Para ser exactos «unas» balanzas fiscales, porque hay unos cuantos métodos de cálculo. Por ser claros, me importan un bledo las reclamaciones de Cataluña y de Madrid de ser los «paganos» de la fiesta y su consecuencia, la petición de un nuevo régimen de financiación, del que saldrían beneficiados, me parece despreciable en ambos casos. Uno de los grandes avances de la ciencia social crítica de los últimos años ha sido descubrir, redescubrir más bien, que las estructuras de poder y el control del proceso de acumulación no son neutrales territorialmente sino que se empotran en distintas formaciones territoriales que vienen a conformar el paisaje real de la explotación, la dominación y la desposesión. Un proceso aparantemente neutro como es la formación de divisiones espaciales del trabajo, de especializaciones, en realidad encubre las posiciones de las partes ganadoras en este proceso. No hay posibilidad alguna de redistribución «de clase» sin que haya redistribución territorial, esto vale tanto para Madrid y Barcelona como para demandar a Alemania que los beneficios masivos que obtuvo, y en menor medida sigue obteniendo, de nuestra burbuja inmobiliaria son obligaciones redistributivas. También es el núcleo de razonamiento que hay detrás de la impresión de que son las potencias coloniales y poscoloniales las que deben algo al resto del mundo y no al revés.

Por lo demás, en este pais, ya desde que Jose Manuel Naredo escribiera «Extremadura saqueada» en 1978 en la mítica editorial Ruedo Ibérico, quedó claro que la riqueza de sus principales nodos económicos es correlativa a la desposesión de los territorios perifericos. Desde luego lo es en terminos de recursos naturales y energía por los que el capital jamas paga su verdadero precio, si es que admitimos que, a partir de cierto umbral de consumo, el precio de los recursos, y no sus cantidades físicas, es lo que cuenta. En el mapa de abajo, elaborado por Red Eléctrica Española, aparecen las balanzas de producción de electricidad pero podrían ser de cualquier otro recurso, las zonas hundidas son sumideros de energia y las elevadas, las zonas de producción. Un mapa que casi invierte perfectamente las balanzas fiscales. Se podría añadir que los vertidos, los deshechos, la contaminación de aguas y aire suelen volver a estos territorios supuestamente deficitarios. Y también lo son en términos del trabajo explotado, ya sea en forma de migración de sus jovenes a los polos de producción o de explotación de los salarios más bajos de estos territorios, cuando lo que se produce son «inversiones». Cómo siempre la pregunta es ¿Quién debe a quien? y, más allá, que significa «deuda», especialmente la monetaria, sino dominación.

img10-03

De la abdicación real a la democracia real

La monarquía es el eslabón débil del régimen. El ámbito perfecto para producir cambios superficiales de corte regeneracionista con un coste político mínimo. Si durante los últimos cinco años un tullido incapaz ha estado al frente de la jefatura del Estado no ha sido más que porque las élites estaban esperando una situación en la que este relevo pudiera cumplir funciones políticas. En concreto, la de presentar a Felipe como regenerador de la democracia en un contexto de previsible turbulencia política generalizada. Desde su punto de vista, es una operación política relativamente sencilla, aunque no exenta de riesgos, como cualquier rito político de paso.

Las elecciones del pasado dia 25 han dado expresión política institucional a la crisis de régimen que se inició el 15M de 2011. Una realidad que, aunque bien palpable por abajo, para los de arriba no venía existiendo más que en forma de malestar social difuso y que se ha hecho repentinamente visible llevándose por delante a unas cuantas figuras políticas que estaban listas para que un soplo de viento las tumbára. Desde arriba se ha movido la primera ficha, la bala que se tiene en la recamara desde hace mucho tiempo, la del «cambiar para que nada cambie». Esto quiere decir que se ha franqueado un primer umbral político, el que marca la entrada en el ámbito constituyente, pasar por aquí es necesario y es sintoma de un avance. Desde luego, los siguientes movimientos desde arriba ya no van a ser tan sencillos y si cada vez más agónicos e impotentes. Sigue leyendo